La situación económica de Argentina se ha agravado en las últimas semanas, con una fuerte devaluación del peso frente al dólar en el mercado paralelo o informal. El dólar paralelo se cotiza a más de 400 pesos argentinos, mientras que el oficial ronda los 250 pesos. Esta brecha cambiaria genera incertidumbre, inflación y fuga de capitales.

El gobierno de Alberto Fernández ha atribuido esta crisis a factores externos e internos, entre ellos la pandemia del coronavirus, la herencia del gobierno anterior de Mauricio Macri, la oposición política y los especuladores financieros. El presidente ha anunciado medidas para contener la demanda de dólares, como el impuesto del 35% a las compras con tarjeta en el exterior y el endurecimiento del cepo cambiario.

Sin embargo, muchos analistas consideran que estas medidas son insuficientes y que se requiere un plan económico integral que restaure la confianza de los inversores y los consumidores. También señalan que el gobierno debe resolver el problema de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros acreedores, así como reducir el déficit fiscal y monetario.